Manifiesto contra el arte
Qué difícil es decir qué es el arte. Ya es difícil decir qué es un arte. Si la pintura es arte, ¿todas las pinturas son arte? El cine es un arte, entonces, ¿los directores son artistas? ¿Y los actores? ¿Y el de la iluminación? Yo tengo una pregunta mejor: ¿qué importa?
¡Cuánto tiempo nos pasamos explicando (o intentando explicar) palabras y no llegando a una conclusión! Bah, ¿de qué sirve crear palabras si no nos ponemos de acuerdo en qué significan? Nadie podría concluir una definición que incluya todo lo que es arte y excluya todo lo que no. Si una sola persona no se puede poner de acuerdo, imagínate dos. Dios, imagínate 8 mil millones. Arte es todo, arte es todo menos esto, arte es nada menos esto, arte es nada. Es una palabra vacía, una palabra inútil. Solo me ha traído malos sentimientos este vocablo: gente usándolo para excusar sus gustos, para reírse de los de otros o para crear una “élite”: élite de gente artista, de artistas que disfrutan el arte y que tienen todo en común con sus influencias artísticas y sus amigos artistas, pero, al mismo tiempo, solo podrían convencerse a sí mismos de su definición del arte.
Tengo una propuesta y su aplicación no es una cuestión democrática (porque muchos no estarían acuerdo): eliminar la palabra. El “arte” es un término muy genérico y muy específico y muy individualista y muy colectivo y muy social y muy natural y muy importante y muy, pero que muy prescindible. Lo único en lo que podemos estar de acuerdo es en que nunca lo estaremos, así que, hasta nuevo aviso, el arte es morirte de frío.
¡Cuánto tiempo nos pasamos explicando (o intentando explicar) palabras y no llegando a una conclusión! Bah, ¿de qué sirve crear palabras si no nos ponemos de acuerdo en qué significan? Nadie podría concluir una definición que incluya todo lo que es arte y excluya todo lo que no. Si una sola persona no se puede poner de acuerdo, imagínate dos. Dios, imagínate 8 mil millones. Arte es todo, arte es todo menos esto, arte es nada menos esto, arte es nada. Es una palabra vacía, una palabra inútil. Solo me ha traído malos sentimientos este vocablo: gente usándolo para excusar sus gustos, para reírse de los de otros o para crear una “élite”: élite de gente artista, de artistas que disfrutan el arte y que tienen todo en común con sus influencias artísticas y sus amigos artistas, pero, al mismo tiempo, solo podrían convencerse a sí mismos de su definición del arte.
Tengo una propuesta y su aplicación no es una cuestión democrática (porque muchos no estarían acuerdo): eliminar la palabra. El “arte” es un término muy genérico y muy específico y muy individualista y muy colectivo y muy social y muy natural y muy importante y muy, pero que muy prescindible. Lo único en lo que podemos estar de acuerdo es en que nunca lo estaremos, así que, hasta nuevo aviso, el arte es morirte de frío.
Comentarios
Publicar un comentario