Un headbanging inolvidable
Sally Face es uno de mis juegos indie favoritos, diría que es bastante famoso porque tiene un fanbase gigantesco, pero cada vez que le pregunto a alguien si lo conoce me dicen que no. Esto me viene genial porque así puedo hablar y hablar y descubrir un mundo a esa persona que no lo conoce y creo que muchos os podéis identificar con esto.
Este juego sigue la historia de Sal Fisher (de apodo Sally Face), un chico con pelo azul y una prótesis tapándole la cara, el cual se muda a un edificio muy extraño con unos vecinos muy curiosos. El juego tiene 5 capítulos y en cada uno Sal descifra los sucesos paranormales y crímenes que ocurren en el edificio usando su consola de videojuegos modificada. Los jugadores tienen que ir haciendo puzles y minijuegos, descubriendo todos los escenarios y personajes además de descubrir su pasado y el porqué de esa máscara. También tienen que ir recogiendo cintas de VHS que revelan aún más misterios.
Todo esto acompañado de un soundtrack espectacular. De eso precisamente voy a hablar hoy, ya que al jugarlo me he dado cuenta de lo importante que es la música para contar esta historia. Toda la banda sonora ayuda a crear un ambiente muy chulo que cuando juegas te quedas parado a apreciar el escenario y la música perfectamente combinados. Y también, este juego no tiene voces, los diálogos los lees por medio de subtítulos, entonces lo único que escuchas realmente es la música de fondo. Y es muy misteriosa, pega un montón con la temática del juego, que es muy profundo aunque no lo parezca.
Al hablar de la banda sonora, es muy importante reconocer al creador del juego, Steve Gabry, no sólo creó la trama y los personajes sino que también compuso y produjo la banda sonora. Literalmente, hizo la banda sonora grabando una guitarra y luego poniendole una base en el Garage Band, pero eso no hace que sea mala para nada.
La canción que suena más en todo el juego es “Empty Hallways”, ya que suena cuando todavía estás descubriendo todos los secretos del edificio y tardas bastante. Es tranquila pero a la vez ayuda a contar lo inquietante que es el entorno.
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