La ruptura de una realidad perfecta y azul

La recomendación de esta semana es: Perfect Blue


1997 en Japón, el fenómeno de las idols llenaba las portadas de las revistas al haber nacido una nueva industria musical, brillante y turbia a la vez. Todo este contexto se encuentra en Perfect Blue, donde Satoshi Kon, explora a una estrella del pop que es absorbida por la industria del espectáculo. Sigue la historia de Mima Kirigoe, una estrella de j-pop de un grupo llamado “Cham” que decide dejar su carrera musical para perseguir su sueño de convertirse en actriz. Mientras tanto Mima se encuentra acosada por correos electrónicos amenazadores y un misterioso blog que publica cada uno de sus movimientos. Además, un fan asquerosamente obsesionado y acosador sigue cada paso que da. Mima comienza a tener alucinaciones y episodios de confusión. Esto se complica aún más por su papel en una serie de televisión violenta, donde interpreta a una víctima de agresión sexual. Apenas se distingue entre la realidad y la propia imaginación. La conciencia juega un papel muy importante en esta película, ella alucina con un alter ego suyo estilo Pepito Grillo pero de una forma muy oscura. Y todo acaba con una solución a la reflexión: ¿qué es lo que ha sido real y lo que no?



Y no es solo un thriller psicológico, es un revuelto de identidad, fama y obsesión. Mima está en el centro de este caos mientras trata de encontrar su camino en el mundo del espectáculo. Pero tiene que enfrentarse a su propia mente y a las expectativas de la sociedad. La cinematografía es maravillosa, una mezcla entre surrealismo y simbolismo que te enamora y te perturba a la vez. El color también está muy cuidado, está hecho para mostrar las diferentes emociones de la protagonista. Encuentras tonos saturados que reflejan la energía del mundo del espectáculo y otros más oscuros que muestran la paranoia que tiene Mima en la cabeza. Y un aspecto que me gusta de esta película son algunos de los ángulos de cámara asimétricos que se utilizan para crear una sensación de malestar y confusión, justo como se siente Mima. Al ser una película de animación da mucho más juego a la creatividad y como he dicho antes crea un mundo surrealista, esa esencia que en live-action sería muy difícil de captar.



Esta obra es una experiencia cinematográfica que rompe con el género y que reflexiona sobre la realidad y la mente humana. Es una película que merece ser vista, no te la pierdas.

¡Por aquí te dejo el trailer! ;)




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