Cuando se mueren dos pájaros de un tiro, ¿quién cuida de los polluelos?

Miedo a la muerte. Los animales lo tienen, pero se traduce en un instinto de supervivencia codificado en su ADN. Los humanos lo tenemos y, aunque también tenemos ese impulso por la vida, para nosotros es más complejo y profundo. El Gorrión, corto finalista en el Notodofilmfest escrito y dirigido por Erik Weber, explora este miedo a través de los ojos de una niña que ve un gorrión muerto y empieza a reflexionar.




En tan solo tres minutos, El Gorrión nos muestra lo verdaderamente frágil que es la vida. Tiene poco diálogo, pero no le hace falta ya que el corto está repleto de metáforas visuales que dicen más que mil palabras (por ejemplo, la flor en la calle que pisa un hombre detrás de la niña representa la pérdida de la inocencia, que es lo que le sucede a la protagonista). Esto se nota sobre todo en una escena en concreto, en la que la niña se da cuenta de lo peligrosa que puede llegar a ser la vida cotidiana. En realidad, todos podemos morir en cualquier momento de casi cualquier manera; ese es el concepto que invade su cabeza en su ataque de pánico.



Por otra parte, es impresionante el hecho de que este corto mantiene la atención del espectador en todo momento, en gran parte gracias a unos efectos visuales dignos de una película de mayor presupuesto. Los planos detalle son impactantes y las imágenes que tienen el objetivo de sorprender y asustar, lo logran con creces. Además, los ángulos que adopta la cámara en ocasiones son muy expresivos, por ejemplo, durante la parte más tensa del cortometraje se usa un ángulo aberrante para mostrar el estrés de la niña. 



Merece la pena mencionar lo narrativamente apasionante que es que el final referencie directamente el principio del corto mediante una analogía del gorrión asesinado por una piedra delante de sus polluelos y el padre de la protagonista siendo asesinado por un meteorito delante de ella. Si pensamos más allá y asumimos que la piedra se la tiró una persona al pájaro en primer lugar, se puede llegar a la conclusión de que hay una fuerza mayor detrás del meteorito. Esto incidiría aún más en lo delicada que es la vida de todas las criaturas, más aún las que son más pequeñas que nosotros.



Este breve filme que mezcla drama y terror puede servirnos de lección sobre el principio y sobre todo el fin de la vida. Verdaderamente no apreciamos algo hasta que lo perdemos, y no tememos algo hasta que nos ocurre a nosotros o a alguien cercano. 


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